En España se describen cada año 200 nuevas especies animales
Presentación del octavo informe temático del OSE: “Biodiversidad en España. Base de la sostenibilidad ante el cambio global”.
Probablemente sólo conocemos acertadamente la identidad de un 20% del total de la fauna española y, cada año, se describen alrededor de 200 nuevas especies animales en el país, lo que, según el último informe temático del OSE evidencia la riqueza y singularidad de la fauna y flora de España, el país con mayor riqueza biológica del continente europeo.
Son datos que recoge el informe Biodiversidad en España. Base de la sostenibilidad ante el cambio global, octava publicación temática del OSE que fue presentada oficialmente el pasado ocho de junio en Madrid, donde se realiza un análisis pormenorizado de la situación en la que se encuentra la biodiversidad en España, las presiones a las que se ve sometida y las repuestas necesarias para frenar su pérdida.
Más de la mitad de todas las especies europeas, unas 85.000, estarían presentes en el territorio español donde también habitarían, aproximadamente un 30% de los endemismos reconocidos. España es por tanto, según este octavo informe temático del OSE, un territorio privilegiado gracias a su ubicación como encrucijada entre África y Europa, su heterogeneidad ambiental y su clima general benigno.
“Además de su valor intrínseco la Biodiversidad debe reflejarse en términos económicos”
Con estas palabras resumía el director ejecutivo del OSE, Luis M. Jiménez Herrero, la necesidad de poner en valor la diversidad biológica, el capital natural y los servicios de los ecosistemas durante la presentación del informe.
Jiménez Herrero defendía, al explicar el concepto de Economía de la Biodiversidad que establece el informe, la urgencia de que, ciudadanos, administraciones y empresas, vean la inversión en protección y conservación de la biodiversidad un beneficio y una apuesta competitiva a largo plazo.
Tal y como Jiménez Herrero destacó en su intervención, sólo en el control de la erosión en España, los ecosistemas forestales, los matorrales y los bosques de plantación evitan un coste de más de 443 millones de euros al año. Además, los ecosistemas forestales fijan una cantidad de CO2 equivalente al 14% de las emisiones españolas, con el ahorro en sistemas de absorción que ello supone.
Es “fundamental” que las políticas enfocadas directamente hacia la conservación de determinados hábitat y especies se complementen con otras dirigidas hacia el conjunto del territorio. De otro modo, añadió Jiménez Herrero, se seguirá perdiendo biodiversidad.
Una biodiversidad para la que los cambios en el uso del suelo, el cambio climático, los incendios forestales y las especies exóticas invasoras constituyen sus principales amenazas.