Italia, agricultura ecológica y transgénicos
Natura/El Mundo
julio 2007
IRENE H. VELASCO / ROMA
Italia es el país de la Unión Europea que dedica mayor superficie a la agricultura biológica: 1,1 millones de hectáreas. Alemania o España, los siguientes en la lista, destinan cada una 0,8 millones de hectáreas a practicar una agricultura sin productos químicos de síntesis u organismos genéticamente modificados.
La hegemonía italiana en lo ecológico y la fortaleza de sus asociaciones de consumidores explicarían el enorme interés (y el evidente enojo) con el que el país transalpino ha recibido la nueva ley europea sobre agricultura ecológica. La indignación italiana se concentra sobre todo en un pasaje que permite que sean etiquetados bajo la denominación de ‘biológicos’ productos que contienen hasta un 0,9% de organismos modificados genéticamente cuya presencia es fruto de una contaminación accidental.
Italia, junto con Bélgica, Grecia y Hungría, reclamó que como máximo se permitiera una presencia de OGM del 0,1% y lanzó feroces críticas al nuevo reglamento europeo: “La decisión supone un atentado tanto contra los productos biológicos como contra los derechos de los consumidores”. Así se expresó el ministro italiano de Medio Ambiente, Alfonso Pecoraro Scanio, señalando cómo detrás de la aprobación de esa nueva legislación se encuentran las presiones de fuertes ‘lobbies’.